sábado, 11 de enero de 2014

Procuradores de Cádiz

            Ahora que los Procuradores de Cádiz y de toda España pasan por unos momentos difíciles ante la amenaza de desaparición de su profesión, me permito dedicarles estas pequeñas líneas sobre los comienzos de su Colegio en la ciudad de Cádiz.

            En el mes de Marzo de 1874 se dirigen al Alcalde de Cádiz "los infrascritos individuos que componen la Junta de Gobierno del Colegio de Procuradores de esta Ciudad” en un escrito en el que manifiestan que, “establecido el Colegio con arreglo a las prescripciones de la ley provisional sobre organización del poder judicial, es indispensable el que disponga de un local en la Casa de Justicia, donde se encuentran los juzgados de 1ª Instancia y el Tribunal del Jurado”. 

Los miembros de la primera Junta firmantes del escrito.
Justificaban su petición “las audiencias públicas y las asistencias a los actos públicos requieren un local a propósito donde los procuradores puedan reunirse a oir las notificaciones que les sean respectivas y estar con la independencia que su oficio e intervención en los negocios judiciales exigen en la tramitación de los mismos”.
          El Ayuntamiento accedió a esa petición y nombró una comisión en la que se integraban entre otros los regidores municipales Ramón María Pardillo, Ricardo Sobrino y Arturo García de Arboleya para que se trasladara a la Casa Consular, la antigua e histórica sede del Consulado en la calle San Francisco, que había sido cedida por la Diputación Provincial, a fin de que examinara los locales más adecuados para instalar tanto el Archivo de Protocolos Notariales como el Colegio de Procuradores que tendría así su primera sede en un edificio lleno de recuerdos del glorioso pasado mercantil y americanista de la ciudad.

Membrete de Yanguas, Procurador del Ayuntamiento

 
Del Archivo Histórico Municipal de Cádiz.

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