viernes, 6 de diciembre de 2013

MI CARROOOO


 
EL "CARRO MODELO"


Los problemas de tráfico han constituido una preocupación constante para los regidores municipales gaditanos. Entre estos problemas no era menor el que denunciaba en 1863 el Concejal B. de Sobrino y que a su juicio provenía de “los medios de locomoción que se emplean en el interior de esta ciudad para el transporte de mercancías y demás objetos”, en referencia a los carros, aunque su denuncia sería aplicable a muchos camiones de nuestros días. Según el expuesto del Concejal B. de Sobrino “no son adecuados para la estrechez de las calles de la población ni están tampoco en armonía con la decencia y la comodidad de una ciudad culta” y precisaba: “Estos deformes y toscos carros no sólo son un peligro para todos los transeúntes que repetidísimas veces se ven atropellados en las calles, sino que perjudican notablemente el adoquinado, deteriorando las esquinas y fachadas de muchos edificios” y además “el exagerado ruido que producen no sólo es perjudicial a la salud pública sino que por su trepidación violenta causan un daño inmenso” a los vecinos.

            Proponía la reducción de las medidas máximas que podían tener los carros y la obligatoriedad de que se dotaran de llantas de madera, para lo que el Ayuntamiento diseñaría “el carro modelo” al que deberían adaptarse los demás para poder circular por las calles gaditanas.

            La propuesta implicaba una reducción en las medidas máximas autorizadas para las dimensiones de los carros, que en pulgadas pasaban a ser éstas: “Largo del cajón, de 99 a 72, la Lanza de Tiro de 76 a 66, el Ancho de 120 a 96 y el Alto de las ruedas de 67 a 60”; además el toldo sería “de lona con aros de hierro o madera”, las “Llantas de encina o alcornoque” y las varas o el “Tablado atornillado de quita y pon”.

            Estas medidas del carro modelo se exigirían a los carros nuevos y a los que se tuvieran que arreglar en los talleres por sufrir averías o por estar ya deteriorados, aunque “la reforma de los carros de trasporte… quedaría incompleta si continúan circulando por la ciudad los carros que conducen las botas de agua conocidos vulgarmente con el nombre de máquinas, los cuales tanto por sus grandes dimensiones como por el ruido que causan, son los que más perjuicios causan en el pavimento de las calles y más molestias dan al vecindario”. Al ser inevitable el uso de las “máquinas” para el trasporte del agua sólo plantea que sólo pudieran circular “por el recinto” o camino que rodeaba las murallas de la ciudad, y las calles que desde éste se dirigieran a los puntos donde se descargaba el agua y que eran: “Calle de Plocia, Plaza de los Pozos de la Nieves, de las Barquillas de Lope, de la Cruz de la Verdad y otros sitios análogos que se crean conveniente por su proximidad al recinto”.

            Pero esta propuesta para mejorar el tráfico y disminuir el ruido del Concejal de Sobrino no fue aceptada por el resto de la Corporación que eran, al igual que los actuales ediles, partidarios de mantener la ciudad tan ruidosa como la que ahora padecemos.

            Del Archivo Histórico Municipal de Cádiz.

                       

              

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