El expediente del churrero |
Lo que sigue a continuación es una tontería, una pamplina
que no tiene el menor interés ni supone absolutamente nada para la historia de
Cádiz; pero si pensamos en el “exquisito ambiente de excelencia cultural” que
impera en esta ciudad, pero si mi nombre se encontrara inscrito en la nómina de
los militantes en alguna de las asignaturas que forman la trilogía social
gaditana del Fútbol, el Carnaval y la Semana Santa, esta tontería se traduciría
en algún titular publicable en la prensa local, o incluso en alguna entrevista en
las radios y las televisiones locales. Quizás con titulares como “el
historiador gaditano” o, tal como se estila últimamente, “el escritor gaditano
fulano de tal ha localizado… al primer churrero de la plaza”. Porque de eso se
trata; creo haber encontrado al primer churrero que se instaló en el mercado de
la plaza de la Libertad.
Por cierto que este mercado, lamentando mucho contradecir
la docta opinión del ilustre profesor Don Manuel Bustos Rodríguez de la no
menos ilustre Universidad de Cádiz recogida en su obra “Recorrido por la ciudad
de Cádiz y su historia”, no se construyó como escribe pagando un precio “muy
alto: la desaparición del convento de descalzos de San Diego”, sino que se
edificó sobre la llamada “huerta de los Descalzos”. El edificio del convento,
que ocupaba el solar del edificio de Correos y del derribado cine Terraza, continuó
en pie muchos años después, como puede verse hasta en las primeras fotografías que
se hicieron de esa parte de la ciudad.
Pero
vamos al churrero. En octubre de 1879 el gaditano José Tapia, vecino de Santa
Lucia 2, solicita al Ayuntamiento permiso para “dedicarse al negocio de la venta
de masa frita” en “el Kiosco que se encuentra establecido en la calle de la
Libertad, detrás del puesto nº 32 del Mercado”; actividad que “no perjudicará
en nada a los vecinos por encontrarse aquel retirado de éstos”. Este kiosco era
uno de los que se habían adosado al mercado y que servía habitualmente como
aguaducho y puesto de venta de menaje de cerámica y en la Feria del Frío para
vender juguetes.
Esta solicitud obtuvo el informe favorable de la Tenencia
de Alcalde del Distrito de la Libertad”, publicándose anuncios en la prensa y
en el Boletín Oficial de la Provincia sin que los vecinos se opusieran a su
instalación, por lo que en el mes de Noviembre de ese año ya funcionaba el
primer puesto de churros de la plaza.
Esta revolucionaria teoría científica está por supuesto
sujeta a revisión, y por supuesto estoy dispuesto a rectificarla, siempre que
se descubra que se abrió otra churrería con anterioridad claro. Mientras tanto
soy el descubridor y me otorgo el galardón de haber contribuido con esta importante
aportación a engrandecer la historia contemporánea de mi ciudad. Gracias por
leerme y que aproveche.
El anuncio publico de la churrería |
Si lo que cita en su artículo extraído del AHM se refiere al primer churrero existente en el Mercado Central, no hay la menor duda, pero, según cita el canónigo José María León y Domínguez en su libro "Recuerdos Gaditanos", citado en su blog, los primeros churreros, o vendedores de masa frita, fueron el matrimonio formado por los genoveses Pauleta y Bartolomeo, que se instalaron en la calle Soperanis, o Sopranis, las dos acepciones son correctas, allá por los años de 1820
ResponderEliminarTiene razón, por supuesto que mucho antes se concedieron licencias para puestos de masa frita pero este, al parecer es el primero que se instala en la antigua huerta de los Descalzos, ya bautizada como Plaza de la Libertad.
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