Siendo
Alcalde de Cádiz Don Juan Valverde el Ayuntamiento adquirió en Francia por
4.000 pesetas “un aparato de luz eléctrica” que fue entregado al Instituto de
la ciudad como organismo con nivel científico suficiente para manejarlo, “con
el doble objeto de enriquecer su excelente gabinete de física y de utilizarlo en
diferentes fiestas populares; y por muchos años la ciudad lo ha utilizado
prodigando la luz eléctrica que tan buen efecto producía” por ejemplo en el
Corpus y en la Velada de los Ángeles.
Cuando
el aparato sufrió “alteraciones en su modo de ser hasta el punto de quedar
inutilizado” el Director del Instituto Vicente Rubio y Díaz acudió al Ayuntamiento para que costeara su
reparación, y éste acordó destinar para ello la suma de1.680 pesetas.
A pesar de que un particular Enrique Bonnet ofreció para las fiestas su propio "aparato para la produción de luz eléctrica", el Ayuntamiento encargó las gestiones al Instituto, quien solicitón catálogos a varias casas francesas y concertó con
Monsieur Sallerón la compra de los artícuoos necesarios para la reparación, entre ellos 200
Elementos de Bunsen, 20 kilogramos de cable de cobre recubierto de algodón,
diversas cantidades de ácido nítrico, ácido sulfúrico y mercurio, así como cierto
número de cristales de colores.
La firma del Director y una calle gaditana. |
El suministrador de los repuestos. |
Recibido
el material se reparó e instaló la máquina en la Velada de los Ángeles de 1876,
dando cuenta Rubio y Díaz del material existente tras la fiesta pues, según le informaba
el Catedrático de Física y Química, el comerciante francés había dejado de
remitir “cuatro pares de Bunsen, 4 vasos porosos y una bombona de ácido nítrico”,
ésta última por rotura al descargarla del tren que la traía a Marsella; además faltaban
otros “4 vasos porosos y 4 zinc” que “habían sustraído en la velada por
descuido del guarda”.
La "Agencea" Carló. |
Esta pequeña historia nos ilustra acerca de la unión que existía en esa atapa del siglo XIX gaditano entre el Ayuntamiento y el mundo de la enseñanza, utilizando un medio como la entonces naciente luz eléctrica con una doble finalidad, por una parte científica y docente y por otra lúdica para el pueblo gaditano que podría contemplar asombrado los primeros haces de luz eléctrica que se encendieron sobre esta tierra.
Del
Archivo Histórico Municipal de Cádiz
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