viernes, 13 de septiembre de 2013

EPITAFIOS CENSURADOS

                El Cádiz liberal no estaba exento de normas que regulaban el ejercicio de las libertades recientemente adquiridas. Al igual que sucedía con la prensa o con los espectáculos públicos, existía también una censura previa sobre las manifestaciones sociales de algunos acontecimientos de las vidas privadas. Me refiero a la curiosa censura que el Ayuntamiento ejercía sobre los textos de las lápidas del cementerio de San José que era y fue hasta su cierre de titularidad municipal. Los textos que se pondrían sobre las lápidas tenían obligatoriamente que pasar la censura previa y luego se cotejaban con los textos grabados en las lápidas una vez acabadas y antes de colocarse. Como creemos que pueden tener cierto interés para conocer mejor al Cádiz de mediados del siglo XIX acompañamos algunas imágenes de los bocetos presentados por los familiares de los difuntos a la censura municipal.
Epitafio ya autorizado.

         Todos los epitafios debían pasar esta censura, desde el más sencillo como el de Don Bartolomé Pongilioni hasta el del intrépido marino gallego Francisco Mourelle, cuyo hijo no presenta a la censura el dibujo de la lápida, sino el siguiente texto cuya grafía respetamos: “Aquí yace el Excmo. Sr. Don Francisco Antonio Mourelle de la Rúa, Pérez de Núñez, Gefe de Escuadra de la Real Armada, Comandante General de la Gran Expedición de Ultramar en 1819, Caballero profeso de la Orden de Santiago, Gran Cruz de la de San Hermenegildo, condecorado con la Laureada de la Marina, primer Europeo que subió hasta los 62º de latitud N., descubridor de las islas de Latay, Amargura, Gran Coral, el grupo de Navao y otras muchas de la Oceanía. Sus largas navegaciones y valor marinero contribuyendo a estender los conocimientos geográficos a la Europa civilizada, hicieron que la historia marítima de ella le reservara una página de gloria para la posteridad. El 24 de Mayo de 1820 descendió a la tumba a los 65 años de edad, acompañados del honor y la lealtad con que siempre sirvió a su patria y a su Rey, perdiendo en este día la Marina uno de sus más esclarecidos gefes. El amor filial le consagra esta triste memoria, testimonio de su dolor”. 
Un epitafio sencillo.
           Viendo estos textos se observa como Cádiz conservaba a pesar de la crisis portuaria causada por la independencia de las colonias americanas, restos de su cosmopolitismo del siglo anterior, cuando se asentaban en ella comerciantes de todos los países europeos. Franceses, ingleses y los eternos genoveses, llevaban a gala su patria de nacimiento hasta en su sepultura; otros gaditanos ilustres como el abogado y periodista Juan Bautista Cavalleri Pazos nos indica su origen gallego e incluso alguien resalta el origen gaditano de su ser querido.
Un inglés
 
Un francés


 
Un genovés

Un alemán
          










Un gallego
Y una gaditana.











         El clima romántico de la época se observa en los versos que solían acompañar a estos epitafios, y quizás en cierto tenebrismo que intuimos en la sepultura de las vísceras de un cadáver embalsamado para su envío a Cuba.
 









 

 
 
             Y, aunque no estemos todavía en el mes de los Difuntos, me permito, emulando muy torpemente a Jorge Manrique plantear estas preguntas: ¿Dónde habrán ido a parar las lápidas que contenían estos epitafios escritos con el cariño y el recuerdo de sus familiares? ¿Dónde irán a parar las nuestras? Perdón por el tono lúgubre de esta entrada, pero no me resistí a divulgar esta curiosa actividad municipal del Cádiz decimonónico.

            Del Archivo Histórico Municipal de Cádiz.

           

 

           

 

3 comentarios:

  1. Buenísimo, te recomiendo la Guía del Cementerio de La Habana de 1868 que copia cientos de lápidas

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  2. ARRITOLA, D. Fernando de. — Falleció á la edad de 75 años y su hijo Fernando á la edad de 37 años.- -Primer patio, nicho 434.

    ARRITOL A.— Aquí yacen los restos del Teniente de Infantería D. José, he rido en la gloriosa accion de Candelaria. — Falleció el 19 de Octubre de 1851. — -El patriotismo le consagra esta memoria.— Segundo pa tio, derecha, nicho 185.

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  3. Aquí está

    ARRITOLA.— D. Juan de.— Nació en la Habana el 22 de Abril de 1819.— Falleció en Cadiz el 18 de Abril de 1853.

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