sábado, 24 de agosto de 2013

LOS MÍNIMOS



Convento de la Victoria en Puerto Real

                Aunque la memoria de los mínimos, esto es la Orden de San Francisco de Paula, se ha borrado de la memoria colectiva de muchos habitantes de la provincia de Cádiz, hay que recordar que fue una de las órdenes que más conventos levantó en la misma, conventos que se mantuvieron hasta las exclaustraciones y desamortizaciones del siglo XIX.

                Fueron diez los conventos erigidos, de ellos nueve de hombres en Alcalá de los Gazules, Conil de la Frontera, Jerez de la Frontera, Medina Sidonia, Olvera, Puerto de Santa María, Puerto Real y Sanlúcar de Barrameda, y uno de mujeres en Jerez de la Frontera. Aunque cada uno tenía su propia advocación como Nª Sª de Consolación en Alcalá de los Gazules o San Francisco de Paula en Medina Sidonia, solían tener además el de Nª Sª de la Victoria, por lo que eran conocidos popularmente como los monasterios de los mínimos o de la Victoria.

                Como se han escrito muy buenos trabajos históricos sobre esta orden en la provincia gaditana, sería absurdo por nuestra parte pretender corregir lo ya escrito, e inmoral copiar algo de lo que otros han investigado; pero como investigación propia, ofrecemos algunos de los datos que, sobre las rentas de los conventos de esa orden, acumularon las autoridades encargadas de llevar a cabo la Desamortización de nuestro paisano Mendizábal antes de comenzar a aplicarla, como una pequeña pincelada que ayuda a comprender la importancia que la Orden de San Francisco de Paula tuvo en la provincia de Cádiz.

                Estos datos remitidos por los propios conventos o por las autoridades locales son iniciales y están sujetos a posteriores revisiones pues no son del todo fiables, bien porque se duplicaran algunas fincas o se ocultara la existencia de otras, bien porque muchas veces los propios frailes no tenían una contabilidad ajustada de las rentas que percibían, dada la antigüedad, en ocasiones de siglos, de los contratos de arrendamiento o de aparcería, y los numerosos casos de impago que se producían.

                En una primera aproximación, vemos que el conjunto de los conventos de esta orden poseía 46 fincas urbanas que le rentaban 70.869 reales de vellón al año, 43 fincas rústicas que le rentaban al año 44.895 reales de vellón y 1.619 censos sobre fincas de otros propietarios, por los que percibía la cifra de 84.959 reales de vellón cada año. En conjunto para el mantenimiento de los diez conventos la orden contaba anualmente con 200.723 reales de vellón, a los que había que sumar algunas rentas que se cobraban en especie, ya que los inquilinos o arrendatarios pagaban en trigo o en aceite, y las limosnas que aportaban los fieles y devotos de sus advocaciones.

                Del Archivo Histórico Provincial de Cádiz.

               

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