Dedicado a Susan Muzio Conner, una dama estadounidense de origen gaditano.
Esta entrada tiene que ver con un nacimiento que ocurrió en la calle San Carlos, hoy Plaza de España, una Nochevieja de hace 197 años.
El 8 de Enero de 1816 se bautizaba en la Parroquia del Rosario el niño Jorge Meade Butler que había nacido en la Nochevieja día del año anterior y era el sexto hijo de Ricardo y de Margarita, un matrimonio americano de origen irlandés que se habían desplazado desde Filadelfia hasta Cádiz atraídos por el comercio de su puerto y por las informaciones favorables que le proporcionaron sus familiares gaditanos, miembros de la numerosa colonia irlandesa de la ciudad. Su madrina fue Cristina Gordon de Prendergast otra gaditana con apellido gaditano irlandés, el mismo que tenía Segismundo Moret como apellido materno.
Ricardo Meade, además de un próspero comerciante de la ciudad, era agente o representante en ella de los intereses del gobierno de los Estados Unidos de América, intereses que iban en aumento desde el mismo momento de su independencia, ya que era numeroso el tráfico mercantil entre España y el nuevo estado y los barcos americanos frecuentaban desde finales del siglo XVIII la bahía y el muelle de Cádiz, muchos de ellos provenientes de Filadelfia la ciudad natal de Meade.
Durante el Trienio Liberal se arruinaron sus negocios, como los de casi toda la ciudad, debido a la independencia de las colonias americanas, lo que haría pensar a la familia en abandonar Cádiz, lo que hicieron en 1828 tras el fallecimiento del padre, instalándose en los Estados Unidos.
El joven Meade siguió la carrera militar; entró en 1835 en la academia de West Point, casándose tras su salida de la misma en 1840 con otra gaditana de origen irlandés Margarita Sargeant, participando en la guerra con Méjico y en diversas campañas contra los indios.
Pero la gloria militar del gaditano Meade llegaría con la Guerra de Secesión, en la que, venciendo los recelos de Washington por ser de religión católica, ascendería a Brigadier General y llegaría a mandar la División de Reserva de Pennsylvania, con la que participó en diversas operaciones en alguna de las cuales resultó herido. Cuando el General Robert E. Lee lanzó su ofensiva sobre Pennsylvania, Meade tuvo que hacerse cargo de detener su avance, lo que logó en la sangrienta batalla de Gettysburg, considerada una de las más decisivas de la guerra. Aunque recibió por su triunfo una felicitación del Congreso, no terminaron las sospechas de sus detractores por ser católico, sospechas en las que participaba el mismo Presidente Lincoln que culpaba a Meade de haber dejado escapar casi indemne al ejército sudista tras derrotarle en Gettysburg.
Falleció en 1872 cuando residía en la Filadelfia de sus padres y su memoria se conserva viva en los Estados Unidos donde es considerado un héroe nacional; además de placas y estatuas, una base militar y un museo llevan su nombre, mientras que en Cádiz, la ciudad que le vio nacer y donde pasó su infancia, no existe el menor recuerdo suyo, a pesar de la afición local a las celebraciones y los recordatorios de tantos personajes de menor relieve histórico.
Del archivo de la Parroquia del Rosario de Cádiz.
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