jueves, 2 de febrero de 2012

¡RECUPEREMOS VALCÁRCEL!

           
         



Parece que definitivamente el edificio de la antigua Casa de Misericordia, mal llamada “Valcárcel”, va a pasar de nuevo a manos de la Diputación Provincial ante la imposibilidad de instalarse en él el hotel de lujo proyectado, lo que era previsible entre otros motivos por la crisis actual y por la imposibilidad de destinar una zona de la playa de la Caleta, populosa y de dimensiones reducidas, para uso de los huéspedes de este hotel.

            Si tampoco fuera posible instalar en ese lugar otro hotel de inferior calificación que exigiera una menor inversión, habría que plantearse qué usos se le podía dar al centenario edificio, por lo que, en uso de mis derechos ciudadanos, me permito ofrecer algunas sugerencias que como es previsible no llegarán a ningún sitio, dado el medio en que se expresan y la nula influencia política del que las hace.

            1ª.- Utilización del edificio como centro propio de la Diputación Provincial que en la actualidad mantiene varios centros y dependencias dispersas por la ciudad de Cádiz en régimen de alquiler. Con el ahorro al cesar en el pago de dichos alquileres se podría ir rehabilitando partes del edificio hasta formar una nueva sede, en un marco digno y que daría vida a la zona en que se ubica.

            2ª.- Entrega del edificio a la Universidad de Cádiz, sería una magnífica Facultad o Rectorado, corriendo a cargo de aquélla su restauración. En cuanto a su financiación, si hasta ayer mismo la U.C.A. ha dispuesto de dinero para abrir nuevas facultades o para restaurar una torre de diseño para instalar en ella el despacho del Rector, no debe tener mucho problema en obtener los fondos necesarios para restaurar el centenario edificio caletero.

            3ª.- Destinar el edificio a museo en colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz. Si por culpa de algunos políticos incultos se perdió la oportunidad de que Cádiz contara con un Museo del Mar, pese a que éste ha sido la fuente de sostenimiento de los municipios de su Bahía, y a que se realizó hace muchos años una gran inversión para adecuar su sede en el Baluarte de la Candelaria, se puede reparar la falta anterior con la creación de un gran Museo del Mar frente a la playa de la Caleta. Medios para llenar varias salas sobran y dinero para realizar el correspondiente proyecto museístico se puede buscar entre los diversos programas que, carentes de justificación real y de utilidad social, todavía aparecen reflejados en los presupuestos de nuestras Administraciones Públicas.

            Y si no el Museo del Mar, se puede instalar allí el Museo de la Ciudad de Cádiz. Muchas ciudades con menos historia y significación que Cádiz cuentan con un museo municipal. El actual de la calle Santa Inés, aunque bien cuidado y recientemente remozado, no pasa de ser un museo especializado en unos años concretos de la historia local, y por sus reducidas dimensiones no permite su ampliación para convertirlo en el verdadero museo local que Cádiz se merece.

            Y termino con dos reflexiones personales.

            1ª.- ¿No existe en Cádiz un local aislado del caserío para evitar los ruidos en el que se puedan continuar realizando algunas de las actividades que se han efectuado en el edificio durante su ocupación? Pienso por ejemplo en los ensayos de los grupos de Carnaval, a los que habría que añadir los de las bandas de música que suenan en las frías noches de invierno por los alrededores de la Caleta o de la Alameda. ¿Esta juventud que rompe con los estereotipos de desmotivación y pasotismo no se merece un apoyo de las autoridades locales? ¿Celebrarían los concejales sus reuniones al aire libre en estos meses fríos en lo alto de las murallas de San Carlos? No creo que la creación de este centro en uno de nuestros vetustos y desocupados recintos defensivos fuera tan difícil ni resultara tan caro. Incluso se podría contar con un voluntariado cultural que permitiera una cierta autogestión, con un reglamento para la utilización del edificio, con los gastos de mantenimiento compartidos y con un discreto control por parte municipal.

            2ª.- Como es público que los anteriores ocupantes del edificio no se dieron de alta en el agua y la electricidad sino que la “captaron” del edificio anexo perteneciente a la Diputación Provincial, me planteo este interrogante: ¿Abonarán de sus bolsillos la corporación anterior y la actual, cada una en la proporción que les corresponda, la facturación de más producida por esa “captación” que ellos han consentido y tolerado o por el contrario la cargarán a los fondos públicos que salen de nuestros bolsillos?

            La respuesta es tan previsible que sobra la pregunta por ingenua.

           

                 

5 comentarios:

  1. Muy bueno, José Mª. Disfruto leyendo tus entradas.

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  2. Estupendo artículo, José Mª, con alternativas bastante interesantes. Ahí quedan, a ver si algún "responsable" (?) recoge el guante.
    Carlos.

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    1. Es difícil, se trata de proyectos a largo plazo y me temo que nuestros políticos en estos tiempos sólo piensan en el corto plazo de las próximas elecciones.

      José María ROdríguez Dïaz

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  3. Buenas noches D. José, con respecto a lo que usted menciona en esta entrada le diré que en lo referente al uso del "Valcárcel" coincido con el punto 1 que puede ser perfectamente compatible con el 3, ya que el edificio es bastante amplio y podría compatibilizar el uso administrativo y el cultural, llevaría a un buen número de personas, trabajadores y visitantes, lo que representaría un buen aporte económico a la zona.
    En cuanto a las preguntas que se hace, efectivamente bastante ingenuas, si los gastos ocasionados tuviesen que pagarlos de su bolsillo el encierro se habría solucionado en 24 horas.
    Mis felicitaciones por su iniciativa del blog.

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    1. Si hay ideas, que existían en Cádiz en otras épocas como divulgo en esta bitácora, casi todo es posible, aunque no haya mucho dinero, si faltan las ideas o las ganas de hacer lo que resulte más beneficioso para la sociedad,se retrasará la utilización de este histórico edificio.

      Respecto a las facturas engordadas del agua y la electricidad, es una minucia comparada con tantas cosas...

      José María Rodríguez Dïaz

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