AGUSTINOS DESDE CÁDIZ A MANILA

            Hoy se hermana Cádiz con Manila, una ciudad que nos parece tan distant aunque hubo un tiempo en que las comunidades religiosas utilizaban el puerto gaditano para comenzar el lago viaje que les llevaría desde España a la ciudad manileña.

            Los conventos gaditanos servían de centros de formación de las órdenes religiosas para preparar a sus misioneros que marchaban a las tierras americanas, los franciscanos, los dominicos y los agustinos reunían en Cádiz a sus misioneros y desde aquí salían para sus conventos ultramarinos. También partían desde Cádiz para las posesiones hispanas en Asia, así los frailes con destino a Filipinas salían de Cádiz rumbo al puerto de Veracruz para desde allí dirigirse al Pacífico hasta Acapulco y tomar desde allí el Galeón de Manila que enlazaba América con aquellas islas.

            Hemos localizado el contrato de pasaje de una de esas expediciones, en 1699 el agustino Fray Manuel de la Cruz en nombre de los religiosos del Convento del Santísimo Nombre de Jesús de Manila contrata con Pablo Méndez de Vilar, capitán y propietario del navío nombrado Nuestra Señora de los Remedios el pasaje de los frailes que iban a engrosar la comunidad del convento de San Pablo de la capital filipina, cuya iglesia todavía en pié, ilustra esta entrada.

En total eran 32 religiosos y 6 criados que viajarían hasta Veracruz cada uno con una caja con su ropa y pertenencias, el contrato incluía el pasaje, la manutención, sirviéndoles el personal de a bordo la mesa a los frailes “con mesa agua y buen tratamiento y pasaje que se acostumbra”.

Un trato preferente tendría Fray Manuel, ya que “al Reverendo Padre Manuel se le servirá separado” y dormiría “en la cámara principal”, mientras que “a los demás religiosos se les pondrá el catre debajo de la cimera del palo mayor”.

El precio que se pagó por el pasaje fue de 225 pesos de plata antigua por cada agustino.

Del Archivo Histórico Provincial de Cádiz.