sábado, 21 de enero de 2012

GASPAR TOQUERO MÉDICO MUNICIPAL


Dedicada al Doctor Antonio Ares Camerino, médico, humanista y compañero.


Cuando en 1600 Cádiz se recuperaba del asalto anglo-holandés de 1595, su Cabildo municipal creyó oportuno contratar “un médico de satisfacción para que asistiese a esta Ciudad con su persona para curar los enfermos que en ella hubiese”, esto es, que ejercería como médico oficial municipal,  personal de los miembros del Cabildo y titular del Hospital de la Misericordia.. Para ello buscaron uno de calidad que resultó ser el Licenciado Gaspar Toquero, un cordobés de Priego que ejercía su profesión en la Cámara Real como médico de Felipe III, al que contrataron por cuatro años.

El plazo inicial transcurrió a satisfacción de los munícipes que lo contrataron de nuevo fijándole un sueldo de 200 Ducados anuales, y poco después se le autorizó a introducir en la ciudad para su venta 50 botas de vino para su venta a las Indias, comercio que estaba restringido y sujeto a licencia real. Esta retribución debió parecer escasa Toquero por cuanto en 1608 solicitó y obtuvo permiso para levantar el Corral de Comedias que la ciudad necesitaba, y ya tenemos a nuestro doctor convertido en un comerciante vinatero y un empresario teatral, lo que hoy llamaríamos un emprendedor.

            Pero el Cabildo no le disculpó de sus obligaciones como médico, cuando en 1609 solicitó licencia para coger un permiso de cinco días, se discutió el tema en el plano municipal y algún regidor dijo “que no convenía se le diese licencia por la gran falta que hacía” en la ciudad, pero ganaron los partidarios de concederle el permiso por los cinco días solicitados, “apercibiéndole que si está más tiempo no le darán más licencias”.

            Con el tiempo Toquero se ganó la confianza de la ciudad, siendo en 1617 nombrado Regidor (concejal) en sustitución del fallecido Antonio Suárez, ejerciendo diversos cargos como en 1619 cuando se le eligió para “Ferrete” o cuidador del hierro con el que se marcaban las pieles y los toneles que se fabricaban en Cádiz para evitar imitaciones de los artesanos foráneos.

            Sirvan estas pocas líneas para contar algunos retazos de la vida del primer médico municipal gaditano.

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