sábado, 21 de enero de 2012

EL EXPOLIO DE MADOZ: LOS BARRIOS



Dedicado a Manuel Álvarez Vázquez historiador y Cronista Oficial de Los Barrios. Con mi deseo de que se solucionen favorablemente los problemas laborales del personal de su Ayuntamiento.

            El  Ayuntamiento de Los Barrios poseía en 1855 un amplio patrimonio de propiedades rústicas, unas de su propiedad y otras que administraba aunque pertenecían a los vecinos desde tiempo inmemorial. Patrimonio que conservaba a pesar de en ese siglo y en el anterior se habían repartido numerosas “suertes” de tierras a los vecinos que carecían de ellas.
En este año comenzó la desamortización de los bienes municipales con la ley promulgada ese año promovida por el Ministro de Hacienda Pascual Madoz. Para preparar lo que puede denominarse como una gran operación de expolio de las propiedades de los municipios, desde Madrid se ordenó la confección de inventarios de estos bienes en los que se indicarían las rentas que producían. Estos son los datos que suministró el Ayuntamiento barreño.
             Fincas Urbanas: Poseía una pequeña casa en la calle Alta, varias habitaciones en la Escuela de Niños y las habitaciones alquiladas a la Guardia Civil, que le rentaban 1.880 reales de vellón al año.
Fincas Rústicas: El mayor ingreso provenía de las rentas de las suertes de tierra repartidas en años anteriores incluidas las 12 suertes repartidas en Guadacorte y los 22 huertos repartidos a vecinos de Palmones, que ascendía a 36.805,78 reales. Las rentas por la utilización de las majadas de los montes comunes suponían 7.710 reales, más otros 500 reales que producía la venta de las bellotas de las “Cuevas del Hospital”. En total 45.015,78 reales.
Otras Rentas: La cifra mayor, 16.000 reales, correspondía a los derechos que cobraba por la carga de carbón, corcho y curtido en el puerto de Palmones. La mitad de lo que percibía por las barcas de los ríos Palmones que tenía en mancomunidad con Algeciras, y Guadarranque que la tenía con San Roque, 10.540 y 6.250 reales respectivamente. Finalmente por el uso voluntario de las pesas y medidas oficiales, un servicio que el Ayuntamiento ofrecía a los agricultores y comerciantes del municipio, obtenía 2.100 reales. Todo ello alcanzaba la cifra de 34.890.
El conjunto de las rentas que percibía en 1855 el Ayuntamiento era de 87.785,78 reales, cantidad suficiente para mantener saneadas sus cuentas municipales, como sucedió dos años antes cuando su presupuesto de ingresos para 1853 alcanzó los 135.288,19 reales y el de gastos los 134.144,26, por lo que hubo un superávit de 1.143,27 reales.
Aunque tras la desamortización perdió la casa de la calle Alta comprada por Joaquín Mariño y otras fincas que adquirieron Juan Escamilla Hernández y José Rodríguez Linares, consiguió que el Ministerio de Hacienda reconociera como terrenos de aprovechamiento común la dehesa “Hoyo de Don Pedro” y la sacara de la lista de bienes a subastar, lo que no consiguieron en cambio los vecinos que solicitaron lo mismo para tres fanegas de la dehesa “Real de Guadacorte”.
Estamos pues ante un municipio rico, que incluso cerraba con superávit su presupuesto anual y que sabía defender ante Madrid las propiedades que pertenecían de forma comunal a todos sus vecinos.
Desde luego, aunque reconociendo que “no todo tiempo pasado fue mejor”, no cabe duda de que “algunos” de nuestros gobernantes antepasados supieron administrar mejor que “algunos” de los actuales los bienes municipales.
Sacado del Archivo Histórico Provincial de Cádiz. 

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