viernes, 24 de marzo de 2017

Socialistas de La Línea

Desde nuestra mentalidad democrática actual, nuestra o de quien la tenga claro, resulta por lo menos curioso enterarnos de las mentalidades que poseían algunas autoridades y personajes de nuestra Historia más o menos cercana todavía. Así podemos enjuiciarlos sin riesgo de equivocarnos mucho viendo la forma que tenían de interpretar la legalidad vigente en cada momento.

Viene esto a cuento porque, investigando en el Archivo Municipal de La Línea, atendido correctamente por unos excelentes funcionarios por cierto, encontré unas notas que nos hablan de cómo era la realidad en el mundo del asociacionismo de la época, realidad que se escapa de los grandes planteamientos que aparecen en los libros de Historia pero que nos puede dar una visión más cercana de la vida política y social de la provincia antes de la tragedia de la Guerra Civil.   

En 1914 la Juventud Socialista de La Línea, con sede en la calle Doctor Pulido 25, recibió la aprobación de sus estatutos que firmaban su Presidente Fortunato León y su Secretario Antonio Moreno, en los que aparecían como sus fines "la educación socialista,m la propaganda, la acción política, el aprovechamiento, en suma, de las energías juveniles en pro de la causa obrera conforme a las decisiones del P.S.O.E."

En 1920 presentó para su autorización unos estatutos renovados de su asociación al Gobernador Militar del Campo de Gibraltar, ya que esta autoridad militar tenía desde el siglo XIX las competencias gubernativas que, en el resto de la provincia correspondían al Gobernador Civil.

La instancia, suscrita ahora por el Presidente de la asociación Antonio Giménez y el mismo Secretario anterior, fue contestada por el Gobernador Militar en sentido negativo, por entender contrario a la legalidad su artículo 20 en el que la Juventud Socialista "defendía en todos sus puntos los estatutos de la U.G.T. de España" así como el 16  que decía "cuando por huelga, en el desempeño de cualquier comisión algún compañero sufriera procesado (sic) el Comité de la Federación estará facultado para pedirle a las secciones la ayuda moral y materia que sea necesaria".

Al año siguiente, la ugetista Federación Local de Sociedades Obreras, que tenía su sede en la calle General Bazán 25 y que representaba la unión de las asociaciones de Artes Gráficas, Carpintería, Barberos, Confiteros, y Oficios Varios, presentó sus estatutos para la aprobación, con la firma de su Presidente José Postigo y de su Secretario Antonio Luque, recibiendo también la contestación negativa del Gobierno Militar que resolvió devolverlo sin aprobarlo y advirtiéndoles que si lo remitían de nuevo sin corregirlo procedería a "denegar nuevamente su aprobación y, si insistieran, el hecho pudiera caer dentro del campo judicial, siquiera sea por el desacato que a su autoridad envuelve el expresado proceder de la Federación Local". Y daba como argumento que "una autoridad no tiene porqué dar explicaciones de su conducta cuando interpreta rectamente una ley dentro de sus atribuciones y que la ignorancia de esa ley no excluye de su cumplimiento, como sienta el Código Civil vigente. Al igual que el Derecho de reunión a que se refiere el artículo 13 de la Constitución de la Monarquía Española es el de reunión pacífica, lo mismo puede decirse del de asociación y a mayor abundamiento tenemos varias sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que establecen que es ilícita la asociación de trabajadores cuyos principios son los de la lucha entre el Capital  y el Trabajo".

Pero como la intransigencia es contagiosa y va por barrios, en marzo de 1936, tras las elecciones que dieron el triunfo, cuya legalidad ahora es discutida por algunos historiadores, el Gobernador, ahora sí Civil de Cádiz, procede a la clausura del casino La Peña que estaba establecido en la plaza Cruz Herrera desde 1930, y notifica a su Presidente Agustín Acedo del Olmo y a su Secretario Alejandro Sierra Silva en un telegrama que procedía a su cierra " a denuncia de miembros del Bloque Popular de Izquierda" y el motivo era que había sido "lugar de reunión elementos enemigos régimen, convertido dieciséis febrero centro electoral antirrepublicano". Lo que al parecer quería decir que las derechas habían utilizado ese centro para seguir el resultado de las elecciones, al igual que habían hecho otros centros de distinta ideología claro.

Pero el Gobernador Civil de Cádiz era comprensivo y, aunque el casino permanecía cerrado desde marzo, autorizó el 14 de julio que se abriera sólo para que "el encargado del ambigú" pudiera retirar los elementos de su propiedad que continuaban en la cantina del local. 

Y esto a los cuatro días del estallido de la catástrofe. 

Del Archivo Municipal de La Línea de la Concepción 


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