En una entrada anterior vimos como el Ayuntamiento compró en 1880 al Obispado, con la ayuda de los vecinos que pusieron el dinero en metálico, el solar del derribado convento de Candelaria, con la intención de hacer en él una plaza pública.
El Palacio de Cristal gaditano |
Apenas adquirido el solar, Rafael Rocafull Monfort presenta al municipio un proyecto para construir en ese terreno un “Palacio para Exposición Permanente de Ciencias, Artes, Industrias y Comercio”, para lo que pide “la concesión del solar para levantar el Palacio de Hierro y Cristal”.
Por el plano parcial que acompañamos podemos deducir que pretendía construir una edificación al estilo del Crystal Palace levantado en Londres en 1851, lo que supondría una gran innovación para la ciudad de Cádiz, que se hubiera adelantado por ejemplo a Madrid, cuyo Palacio de Cristal del parque del retino no se construyó hasta 1887.
Por supuesto al Ayuntamiento le gustó la idea que suponía contar con una exposición permanente de los productos y manufacturas de la provincia que exportaban los comerciantes y los navieros de Cádiz, por lo que elevó el proyecto a Madrid al Ministerio de la Gobernación quien en 1883 lo devolvió con su informe favorable.
Pero no había contado con la reacción de los vecinos que habían pagado para adquirir el solar. Al enterarse en 1881 de la remisión del proyecto a Madrid, presentaron un escrito al Ayuntamiento oponiéndose porque ese edificio “les quitaría la luz y el aire” y además que se incumplía la obligación municipal de dedicar el solar exclusivamente para plaza pública. Pedían que se les certificara las cantidades entregadas por cada vecino y “el concepto de su donativo”.
Aunque el Ayuntamiento intentó aplacarlos diciendo que el palacio, dada la gran extensión del solar, no ocuparía toda la plaza y que además realzaría esa zona de la ciudad, no consiguió que cesaran en su actitud, por lo que se acabó renunciando al proyecto de Rocafull, sin que se buscara un lugar alternativo para llevarlo a cabo. Un intento más fallido de mejora de la ciudad.
Del Archivo Histórico Municipal de Cádiz
Pena, penita, pena.
ResponderEliminar¿Te imaginas un palacio de cristal en la plaza?
Increible.
¿Y el edificio de cristal de Candelaria? ¿Tiene algo que ver?
ResponderEliminarNo, ese edificio está en línea con los demás de su acera, se trataba de un edificio independiente a construir en el centro del solar que hoy ocupa la plaza.
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