Aunque las artes del maquillaje se conocen desde la antigüedad, y llegaron a su apogeo en el Imperio Romano, será en la Francia del siglo XVIII donde se pondrán de nuevo, para mujeres y hombres, los productos embellecedores de pelucas, rostros y vestidos. En París se produjo la conocida como “fiebre del colorete” por la que nobles y plebeyas competían por llevarlo en mayor cantidad.
Los polvos de maquillaje se confeccionaban con harina de trigo para las pelucas y con harina de arroz para la cabeza y el resto del cuerpo, y se esparcían profusamente por los rostros, cuellos y pelucas, hasta crear el aspecto que presentan los retratos de los personajes de esa época.
La capital de la moda en ese siglo era París, y de esa ciudad y de la corte versallesca de María Antonieta vendrán a Cádiz los componentes de la compañía del Coliseo Francés, imponiendo esta moda y originando la apertura de tiendas que, al igual que la famosa parisina de Faubourg de Saint Honoré, surtiera de polvos a la población gaditana.
Ni que decir tiene que la costumbre de empolvarse se extendió por toda la ciudad, desde los marinos y militares hasta los jóvenes que portaban los faroles en las salidas del Viático de la Parroquia del Rosario debían llevar casacas, medias y pelucas empolvadas.
Aunque con el triunfo de la Revolución Francesa
Tendero
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Domicilio
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Calle actual
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Pablo Repetto
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San Francisco 66
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San Francisco
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Bernardo Bayo
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Jardinillo 110
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Cervantes
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Juan Carrasco
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Verónica 160
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José del Toro
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Joseph Cerrutti
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Santiago 16
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Compañía
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Nicolás Chesio
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San Pedro 114
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San Pedro
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Lorenzo Ferrando
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San José 45
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San José
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Antonio Morera
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Ancha 6
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Ancha
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Miguel Miquelacci
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Hondillo 170
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Marqués de Cádiz
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Marcos Quiemmi
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Rosario 96
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Rosario
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María Sierra
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Descalzas 93
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Plaza de Las Flores
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Santiago Vial
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La Palma
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Nicolás Voquero
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Hondillo 178
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Marqués de Cádiz
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Sacado del Archivo Histórico Municipal de Cádiz.
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